viernes, 1 de junio de 2012

Reventando un neumático. (Parte 15)

Ya estoy aquí de nuevo!!! Ya? direis algunos. Pues sí, la verdad es que viendo el perfil que tiene el neumático MSC G1 cuando es nuevo a estrenar, me suponía que romperlo me iba a llevar mucho más tiempo, pero nada más lejos de la realidad y, es que, sólo 32 días después de romper el Scaleauto Soft, el neumático MSC G1 ha rendido su alma. El feeling que he tenido con él? pues bueno, que quereis que os diga, si decepcionate fué el adjetivo utilizado para calificar al Scaleauto, para este neumático la verdad es que me quedo sin vocabulario, no encuentro palabras para expresar como me siento. Es algo que supera la decepción y, quizás venga dado por las expectativas que me creé para con ellos, que no se han visto reflejadas en la pista en ningún momento. 

Rápidos no son, ya que su mejor vuelta se ha quedado en unos 5.313 segundos, recordemos que los mejores (Spirit, Scaleauto Spirit, Sloting S2, Scaleauto 4720) logran rodar sin problemas en 5.0, siendo la misma sólo un espejismo, ya que el ritmo medio ha sido superior a los 5.5 segundos. Resistentes tampoco, ya que sólo  han conseguido completar (y porque ha habido "ensañamiento") la escasa cifra de 2.195 vueltas, es decir, 27 km. 678 m y 95 cm., lo que les otorga el dudoso honor de haber sido los que menos han durado de todos. Menos mal que al menos no hacen tantas "pelotas" como los Soft. 

En cuanto a su comportamiento, decir que son unos neumáticos válidos  para el Slot Sport casero, pero con los que no se puede ir más allá de eso. Son constantes en los tiempos por vuelta (aunque no sean buenos tiempos), pero se desgastan excesivamente rápido, además, andan bastante escasos de tracción, haciendo derrapar el coche incluso en linea recta. Como dato curioso, destacar que incluso cambian de color como puede apreciarse en las fotos de más abajo.

Bueno, no me enrollo más. Os dejo con las fotos.


 Imagen ya habitual, nuestro prota en su enésimo cambio de gomas.


 Antes de entrar a boxes las derrapadas eran continuas.


Una más.
 

 Detalle del cambio de color en el neumático de la izquierda.


Aquí se aprecia algo mejor.
 

Principio del fin.


Fin con ensañamiento... 
 

El chasis, una vez más, toca tierra.


 Arriba el neumático roto, abajo nuevo. Como detalle curioso, resaltar que por la zona dónde tiene los números de la medida es por la que menos se ha desgastado, quedando más perfil de goma por esa zona que por el resto del neumático.



Comparativa desgaste. Arriba usado, abajo nuevo.


 En esta ocasión no hay tanta porquería, incluso teniendo en cuenta que ha roto dos neumáticos antes de abrirlo.


 Detalle de la anchura de la guía. En su parte superior puede verse la anchura original y lo desgastada que está.


 Las trencillas mientras tanto y, aunque están algo quemadas, siguen a lo suyo.


Y hasta aquí llegó la prueba del neumático MSC G1. Los más observadores se habrán dado cuenta de que no he dicho cual va a ser el próximo neumático en pasar por las llantas del Reynard y el motivo no es otro que intentar haceros participes de este proyecto, proponiendo entre todos la prueba de algún neumático que no haya pasado por estas páginas aún. Quedo a la espera de proposiciones.

Espero que haya sido de vuestro interés.

Saludos a tod@s!

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